Tarta de boda blanca con rosas

Andrea me llamó hace unas semanas, organizaban una boda en el jardín de su casa, 90 invitados en el jardín para compartir de manera íntima un día tan especial en el que toda la comida fuese casera y familiar.

Su hijo Loïc se casaba con Arantxa y toda la familia de ambos se habían volcado en acondicionar el evento con velas, antorchas, farolillos, comida temática... y todo con tres colores como protagonistas.

El novio le había rogado a su madre que hiciese el bizcocho que durante su infancia había preparado para su comunión y la de sus hermanos, un delicioso bizcocho de almendras y crema que tuve el previlegio de probar y que estaba delicioso!! Pero también les hacia ilusión cortar una tarta de estilo americano... Así que la petición de Andrea era sencilla... "Si yo hago unos bizcochos rellenos... ¿Tu puedes decorarlos con fondant?" 

No podía negarme a la ilusión de unos novios y su madrina con el día más importante de sus vidas, así que tras enviarle a Andrea varias ideas y tener claro sus gustos, preparé todos mis bártulos.

La víspera al gran día me instalaba en su casa para vestir de novia al pastel más grande al que nunca me había enfrentado.

Le comenté a Andrea que haría cuanto pudiese... que no todos los bizcochos eran aptos para este tipo de tartas por su estabilidad, que debían no tener copete, estar calados y rellenos para no resultar secos al gusto, y con crema de sobra para poder recubrirlos y poder pegar el fondant. Esta receta en cuestión se desmigaba bastante, y si tenían algo de copete, así que fue todo un reto para mí conseguir que se quedase lo más recto posible y poder cubrirlos con fondant. ¡¡El piso de abajo eran 35 cm  de diámetro por 14 cm de alto!! Además estaba colocado en una bandeja plateada de camarero y fue completamente imposible, una vez relleno, poderlo levantar sin romperlo para sacarlo de la bandeja o darle la vuelta a esta, así que para forrarlo y ponerle el lazo fue una auténtica odisea ya que estaba muy pegado al borde.

Poco a poco la receta añorada de Loïc fue cogiendo forma de pastel de boda... Fondant Credi Paste, lazo de organza, rosas de pasta de goma Ballina y perlitas hechas con boquilla 2M de Wilton y glasa real.

A pesar de los problemas con los bizcochos quedé satisfecha con el resultado y enormemente agradecida a la familia Guerin. Desde que llegué el pasado viernes me hicieron sentir como en casa, admirando cada paso a paso, brindándome toda la ayuda posible y motivando un montón. 
Una familia con un corazón enorme que ayer compartieron el "Sí quiero" de uno de sus miembros con una mujer preciosa. 

¡¡Gracias por vuestra confianza y qué vivan los novios!!

(Lamento la calidad de las fotos pero era de madrugada y con un solo flexo en la habitación...)